La realidad virtual es un entorno de escenas u objetos de apariencia real, generado mediante tecnología informática, que permite al usuario creer que se encuentra dentro de él.
El futuro es la realidad virtual. En cuanto se puso de moda el concepto y las mil experiencias que podían experimentar con él, los grandes fabricantes de tecnología decidieron poner en marcha sus ideas y apostar por sus propias versiones de realidad virtual, en videojuegos, televisiones, computadoras…en fin.
Las principales empresas que apostaron en ello fueron HTC, Sony y Facebook que decidieron lanzar y comunicar los beneficios que tendrían al implementar esta tecnología en la industria.
La noticia con la que nos despertamos hoy y nos tiene impactados es e rumor de que Google ha decidido cancelar su ambicioso y maravilloso proyecto de crear sus propios cascos de realidad virtual.
¿Será verdad?
Según el medio ReCode, Google ha cancelado el proyecto interno que tenía en marcha para desarrollar unas gafas de realidad virtual al estilo HTC Vive, Oculus Rift y PlayStation VR. Todo indica que en Google prefieren centrarse en crear y habilitar herramientas necesarias para sacar partido de la realidad virtual y no meterse en el desarrollo de un hardware que puede resultar inalcanzable al público por su complejidad y precio.
Aún no existen noticias oficiales, pero de ser verdad la cancelación de Google, de cualquier manera la empresa estaría apostando por la realidad virtual, dado que prefieren invertir en herramientas «gadgets» accesibles a sus usuarios que por hardware que pueda estar lejos del alcance.
Estos visores de realidad virtual, serían lanzados a un precio accesible, funcionales con cualquier teléfono Android, SmartPhone, por supuesto.
De esta forma, Google seguirá apostando por su plataforma de realidad virtual Daydream que se ampara en la última versión del sistema operativo Android, y también en la creación de visores baratos donde únicamente introducir el teléfono pertinente.
Este supuesto casco de realidad virtual de Google contaba con un procesador propio y se basaba en un sistema operativo totalmente diferente a Android, y todo con una propia tienda de contenidos. El proyecto corría a cargo de Google X y parecía contar con 50 personas a cargo.