La relación entre internet y sociedad es positiva y con un efecto acumulativo.
Internet es la tecnología decisiva de la era informativa en la actual sociedad, así como lo fue el motor eléctrico para la transformación tecnológica en la era industrial. Internet opera en comunicaciones inalámbricas y da ubicuidad para comunicaciones multimodales e interactivas en cualquier momento y sin límites espaciales. Su uso en telefonía móvil nos indica que casi toda la sociedad global está conectada.
Para comprender los efectos de internet en la sociedad debemos recordar que la tecnología es cultura material. Se produce en el curso de un proceso social, inmerso en un un entorno institucional particular. Inciden en ella la base de las ideas, valores, intereses y conocimiento de sus creadores originales y sus continuadores. En este proceso debemos contar con los usuarios de dicha tecnología, que se apropian de ella y adaptan en lugar de limitarse a aceptarla tal como está. Así pues, la modifican y producen en un proceso infinito de interacción entre producción tecnológica y uso social.
Los medios a menudo informan que un uso intensivo de internet aumenta el riesgo de enajenación, aislamiento, depresión o distanciamiento social. Estudios indican que la relación entre uso de internet y la vida social es positiva y de efecto acumulativo. Las personas más sociables utilizan más internet. Cuanto más lo usan más aumenta su sociabilidad dentro y fuera de la red, responsabilidad cívica e intensidad de sus relaciones.
El uso de internet reafirma a las personas al intensificar su sensación de seguridad, libertad personal e influencia. Estos factores afectan positivamente la felicidad y el bienestar personal. Internet favorece el auge de la cultura de la autonomía. Genera usuarios creativos, consumidores informados y proactivos, provocadores de cambios culturales y hasta de índole político. Lo anterior se trata de un hallazgo empírico de gran importancia, que demuestra un avance hacia una sociedad de individuos asertivos y con libertad cultural.
Las redes sociales son espacios vivos que conectan todas las dimensiones de la experiencia personal y transforman la cultura. En ellas, la gente comparte experiencias con un bajo costo emocional, de energía y esfuerzo, lo cual les ayuda a trascender el tiempo y el espacio generando contenidos, creando enlaces y conectándose. Es entonces un mundo constantemente interconectado en todas las dimensiones de experiencia humana. Así, las personas evolucionan juntas en permanente y múltiple interacción que da como resultado una mejor sociedad.
De manera paradójica, la vida virtual resulta hoy más social que la física, mientras vivimos una nueva estructura social denominada «sociedad de redes globales». Esta nueva sociedad se caracteriza por la aparición de una nueva cultura: la de la autonomía.
La nueva cultura de la autonomía encuentra en internet incomparables medios de auto-comunicación y auto-organización de masas. En conclusión, la sociedad se siente cada vez más cómoda en la multitextualidad y multidimensionalidad de la web. Como resultado de estos fenómenos, agencias de marketing, agencias de servicios, gobiernos, y la sociedad civil, migran masivamente a internet. Además, desde esta perspectiva la enorme diferencia radica en utilizar redes propias con ayuda de expertos para su construcción. Estas páginas web, creación de tiendas online (al servicio de sus clientes) o redes ayudan a materializar el poder liberador de internet.